Universidad Autónoma del Estado
de Hidalgo
Instituto de Ciencias Económico
Administrativas
Licenciatura en Turismo
Alumna: Indira
Lily Reséndiz Miranda
Materia: Enología y
Vitivinicultura
Historia
del Vino
La uva, un comienzo
La uva es un fruto con una tendencia natural a fermentar, por lo que probablemente, el vino fue la primera bebida alcohólica
que conoció la humanidad. El descubrimiento el vino pudo producirse por
casualidad, cuando alguien dejó olvidadas unas uvas en algún recipiente, éstas
fermentaron y luego alguien probó el caldo resultante. Además, la vid presenta
una gran facilidad de adaptación, factor que sin duda ayudó en su expansión.
La Vid Vitis
Vinífera
El origen del vino se encuentra en la vitis vinífera, de la que se dividieron 3 tipos: las sultanas (sin semillas), las
corintias (también sin semillas) y la vitis occidentalis, antecesor de las uvas
que conocemos hoy para elaborar vino.
El Caucaso y Egipto
Se tienen pruebas arqueológicas de que el ser humano cunado todavía era nómada, se producía vino en la zona del Caucaso. Quizá no vino tal y como lo conocemos ahora, pero las uvas crecían de manera silvestre, las recolectaban y las exprimían para obtener su jugo. Pero no es hasta que los
humanos se hacen sedentarios, hasta cuando se comienza a cultivar la uva.
Con el avance de la edad de bronce, el vino y el cultivo de la uva se va extendiendo desde Europa Occidental, hasta llegar a la India, Persia e incluso China. Las rutas comerciales establecidas con estos países, ayudaron a la expansión del vino y el cultivo de la uva.
Las evidencias de la existencia del vino en España datan del año 3.000 a.C. antes de que los Fenicios entraran a la Península.
En el Antiguo Egipto se conocen pinturas del año 3.000 a.C. donde de representa como se machacaba la uva.
En esta civilización, la
cerveza tenía gran aceptación popular, pero el vino fue comiendo terreno. En
principio el vino sólo era para la clase
socila alta, nobleza e iglesia, pero en los festivales, el pueblo llano
también disfrutaba de esta bebida. Ya en esta época se relaciona el vino con
los dioses, atribuyendose su invención
al dios Osiris, el dios de la agricultura.
La fermentación del mosto se hacía
en grandes vasijas y ánforas de
barro, con apertura superior. Cuando se llenaban se cerraban con tapas
de barro. En estos recipientes el vino podía conservarse durante años. Estas ánforas, en ocasiones, se
depositaban como parte de los alimentos funerarios, que el muerto se llevaría a
la otra vida. Estas vasijas, estaban marcadas con el año de la elaboración del vino, o el nombre del viñedo,
pudiendo así demostrar que algunas de las ánforas tenían más de 200 años cuando
eran depositadas en las piramides. Esto hace pensar que ya los Egipcios se
preocupaban por la calidad del vino, siendo los vinos añejos de mayor calidad.
Se han encontrado ánforas, en tumbas de faraones conocidos, como Tutankamon,
aunque la más antigua que se conoce es del año 3.100 a.C.
Grecia y el Imperio Romano
Desde Egipto y Fenicia,
el vino llega a Grecia, y
sobre los años 700 a.C. se
establece como una de las bebidas más populares. Los griegos también asignan
representación entre los dioses al vino, siendo Dioniso el dios del vino. También heredaron de los egipcios la
forma de conservar el vino en ánforas.
La civilización griega es la
encargada también de extender el cultivo de la vid por todo el mediterráneo,
llegando incluso hasta la península Ibérica, con ayuda de los fenicios.
Los vinos griegos eran vinos muy densos, por eso se extendió
la costumbre de mezclarlo con agua,
sólo se bebía puro en celebraciones religiosas. Aunque esta no era la única
mezcla que hacían, sino que inventaron otras mezclas con vino, la mezcla
más popular fue ptisane, en
la que cocían el vino mezclado con granos de cebada y hierbas aromáticas.
El consumo de vino a
diario se daba sobre todo entre las clases altas, las clases bajas reservaban el vino para ocasiones
especiales y celebraciones.
En el año 200 a.C. el vino llega al Imperio Romano. Los romanos no sólo se
dedicaron a cultivar la vid y beber uva, sino que dejaron su sello en el
proceso de cultivo y conservación. Introdujeron la técnica del injerto en las cepas.
Edad Medieval
Tras la caída del Imperio Romano,
algunas ordenes religiosas fueron las encargadas de conservar la tradición de
cultivo de la vid y la creación del vino, en Europa.
En esta época, se extiende el uso de
los barriles de madera, dejando de lado el almacenamiento en ánforas de barro.
Pero no se consigue perfeccionar la conservación del vino en estos recipientes,
durando poco sin que si avinagraran.
Aunque se intentaron técnicas para evitar
la oxidación del vino, como recubrimientos de brea, empleo de resinas, etc.
Es de destacar, la creación de las
primeras bodegas, por casualidad, ya que debido a los saqueos que sufrían los
monasterios, se guardaba el vino en los sótanos con el resto de alimentos.
Se continua con la costumbre de
mezclar el vino con agua. Pero en la cocina llega a conseguir gran importancia,
creándose numerosas recetas en las que incluían el vino como ingrediente.
En la Península Ibérica,
tras la reconquista, según se va recobrando el control de las tierras, se van
replantando las viñas, que quedaron devastadas tras la guerra. De esta época
empiezan a surgir los vinos de Ribera del Duero y la Rioja. Ya en el siglo XII
comienza a cultivarse viñas en Cataluña, dando lugar a los vinos del Penedés y
de Tarragona. El vino Jerez también empieza a tomar importancia. El vino
gallego de la Castellae de Auriense, el actual Ribeiro, llega a adquirir gran
importancia, siendo imprescindible en las mesas de monarcas y monasterios.
Incluso se exportaba a otros países, llegando a ser el vino más caro que
importaban las islas Británicas.
En el resto de Europa,
también se comienza a cultivar viñedos en zonas muy específicas, como puede ser
la región de Burdeos, en Portugal, y las Islas Canarias. Vinos que se
exportarían también a las islas inglesas, y que adquirirían cierta fama.
América
Cristóbal Colón cuando
en 12 de octubre de 1492 descubre América,
se abren nuevas opciones para el
cultivo de la vid. Aunque, según el testamento de Cristóbal Colón este llevaba vino de Ribadavia, el vino
peninsular más caro de la época, por lo puede considerarse el primer vino del “Nuevo Mundo”.
Sin embargo, tuvieron
que pasar más de 25 años, hasta que en 1525 Hernán Cortés, como Gobernador de
México, ordenará la plantación de
viñedos en tierras colonizadas, extendiéndose
Pero la alegría duró hasta 1595 en el Nuevo Mundo, ya que
por temor a que las nuevas tierras fueran auto suficientes el reino de España prohibió el cultivo de la
vid sin licencia.
La botella de vidrio es la primera de
las grandes innovaciones. Se hacen botellas más resistentes, que soportan el
transporte del vino en largas distancias, gracias a la mejora de la composición
del vidrio. En un comienzo estas botellas tenían forma redonda, ya que su elaboración era más sencilla, pero hacia
el año 1720, se empiezan a elaborar botellas más alargadas. Además, empiezan a
elaborarse vinos espumosos, por lo que es necesario que la botella sea capaz de
resistir la presión del CO2, que se genera a partir de la fermentación en
botella de estos vinos.
Los jesuitas estaban exentos de tener que pedir estas
licencias por lo que las vides pudieron
seguir extendiéndose haciendo llegar las primeras viñas a Argentina en 1556. En
el Virreinato del Perú se llegaren a establecer tres zonas vitivinicultoras,
llegando a ser tal la producción que se empleaba el sobrante para la
fabricación de aguardientes, naciendo así el pisco.
La plantación de la vid
en América del Norte también vino
de mano de los Jesuitas, en 1697 en una misión dirigida por Juan de
Ugarte se plantaron viñas para
poder celebrar la Eucaristía. Estas misiones han dejado su legado llegando
hasta nuestros días, como el valle de Guadalupe que hoy en día es una
extensa zona de viñedos.
En 1765 Benjamin
Franklin decide utilizar la obra el
Almanaque del pobre Richard para promover el cultivo de uva autóctona,
lo que hizo aumentar el cultivo de
la uva en el Nuevo Mundo. Un amigo de Benjamin Franklin un año
antes estableció que tan solo se bebiera vino cultivado en las colonias
haciendo prevalecer esta regla hasta la revolución.
El tercer presidente de
Estado Unidos, Thomas Jefferson intento promover
el cultivo de la vida tras volver de Francia. Junto con él John Adlum en
York, publica libros y hace estudios sobre las distintas variedades de vino en
América, siendo considerado el padre de la viticultura americana.
Agoston Haraszthy es
considerado el padre la moderna viticultura en California por sus actividades
entre 1850 y 1860 y acabó fundando el Buena Vista winery. En 1842 Nicholas Longworth IV realiza el primer
vino espumoso de América, tras haber plantado la variedad Catawba.
Sin embargo, Benjamin
Rush demuestra que el vino produce
modificaciones psicologicas y fisiológicas, por lo que deja de
considerarse como parte de la vida sana beber vino, haciendo proliferar los movimientos antialcohólicos como
el American Temperance Movement (ATM) o las Anti-Saloon Leagues (Ligas
Antibares) acabando todo ello en la enmienda XVIII de la
constitución, más conocida como la
Ley Seca.
Época Moderna
El vino Ribeiro es el vino que más famoso
llega a hacerse, siendo uno de los más deseados incluso fuera de España, como
en Inglaterra. En 1555 se elaboran las Ordenanzas de Ribadavia, las cuales son consideradas como el documento más antiguo de Denominación de
Origen de España. Los vinos de Ribadavia y Ourense llegan a ser tan
importantes que varios escritores de la época los mencionan. Este apogeo de
este vino, duraría hasta el siglo XVIII, cuando los vinos de Oporto empiezan a
quitar mercado a los de Ribadavia.
También son conocidos
otros vinos como los de Cebreros,
San Martín de Valdeilgesias y otros. En esta époco los vinos ya empiezan
a ser más durareros, y no se estropeaban tan fácilmente. El Marques de Murrieta por su parte,
planta los primeros viñedos en La
Rioja, dando lugar así al primer vino fino de la zona.
En el siglo XVIII surge
una nueva figura, que duraría hasta 1960. Esta figura es el “guardaviñas”, que se encargaba de vigilar
los viñedos y de que el ganado no pastara en ellos.
En 1855 se elabora, por
orden de Napoleón III, la Clasificación
Oficial del Vino de Burdeos, para clasificar los vinos de la zona que
iban a enseñarse a todo el mundo. Unos años más tarde, el emperador francés,
pide al científico Louis Pasteur,
que estudiase las razones por las que el vino de Burdeos se estropeaba tan
fácil. El científico descubrió las levaduras
que estaban presentes en los procesos de fermentación del vino. Fue
el primero en determinar el papel
del oxígeno en la elaboración del vino. Estos descubrimientos
permiten que se mejoren los procesos de fermentación del vino.
Innovaciones y nuevos vinos en la Época Moderna
Continuando con la
historia del vino en la Época
Moderna, hemos de mencionar dos importantes innovaciones que se llevaron
a cabo en esta época. Destaca la Época Moderna, por sus grandes avances en el sector del vino, tanto desde el punto
de vista del cultivo, como de su elaboración. Comienzan a surgir Denominaciones
de Origen, y los vinos adquieren gran calidad.
Derivado del uso de la
botella, surge la segunda gran innovación, el tapón. Normalmente las botellas se tapaban con cera o yeso,
hasta que alguien descubrió el
corcho. De esta manera empieza a extenderse el uso de tapones de corcho,
que aísla totalmente el vino del oxígeno.
Como ya hemos
mencionado, en esta época, hace su aparición el vino espumoso. La resistencia de las botellas, y la aparición de
los tapones de corcho, permiten la elaboración de estos vinos. De esta manera,
en la región de Champaña-Ardenas,
un monje elabora un vino espumoso, al que llamó Champagne.
En España, hace su
aparición el cava, hacia el
año 1872, en Sant Sadurní d’Anoya.
Un vino espumoso elaborado con uvas blancas autóctonas del Penedés.
A partir del año 1900,
los vinos españoles comienzan a ganar fama, y ganan premios en Francia. De
esta forma, en 1932, se dan los primeros nombres a 19 zonas geográficas, las cuales continúan a día de hoy
con el mismo nombre. Cabe destacar Ribeiro,
Rioja y Jerez.
La plaga de la
Filoxera
En la segunda mitad del s. XIX la plaga de la filoxera
exportada de Norteamérica asoló los viñedos de Europa, creando una profunda crisis en el sector vinícola. La solución
vino también del nuevo mundo, injertando la viña europea en el pie de una
americana se lograba una viña resistente a la plaga, que mantenía sus
propiedades originales. Hoy, prácticamente todas las viñas europeas están
injertadas sobre 'pies' americanos.
Junto con las plagas,
las dos guerras mundiales representaron otro obstáculo para el crecimiento de
la viticultura en Europa, que ya no podía abastecer el mercado mundial como
antes. El impacto de la Guerra en el vino tiene un caso evidente en el del
Tokay húngaro. De ser un vino demandado para ser servido en casas reales pasó a
ser olvidado en el baúl de la historia.
El Nuevo Mundo
El origen del vino en el Nuevo Mundo comenzó la mayoría
de las veces de la mano de enólogos y viticultores que emigraron a otros
continentes. Hoy en día, los vinos del nuevo
mundo (América, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda) han mejorado su calidad,
conquistado mercados internacionales y compiten con los vinos europeos de mayor
reputación. Algunas de estas zonas han explotado de forma considerable el
turismo alrededor del vino, con rutas que invitan al viajero.
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